La Asamblea General de la ONU decretó en el año 2012 que el 20 de marzo se celebrase el Día Internacional de la Felicidad para reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos.
En esta línea, nacen las Escuelas Felices, una iniciativa mundial de la UNESCO que aboga por una reforma transformadora de la educación y un cambio de paradigma que sitúe la felicidad en el centro de la política y de las prácticas educativas reconociéndola como un medio y un objetivo del aprendizaje de calidad. Y es que está demostrado que la felicidad es clave para mejorar las experiencias y los resultados del aprendizaje.
Si queremos conseguir el objetivo de tener aulas felices, hemos de fomentar la inteligencia emocional y la autoestima de nuestro alumnado, ya que son habilidades que pueden mejorar mucho su bienestar y desarrollo integral pero, ¿qué podemos trabajar para conseguirlo?
1. Inteligencia Emocional
La inteligencia emocional se refiere a la capacidad de reconocer, comprender y gestionar las emociones propias y ajenas. Un niño con una adecuada inteligencia emocional es capaz de manejar la frustración, comunicarse de manera efectiva y resolver conflictos de manera pacífica.
Para ello, antes de nada, deben aprender a identificar y expresar sus emociones para gestionarlas de manera adecuada. Después, podemos fortalecer estos aprendizajes favoreciendo la comunicación asertiva, mediante la cual podremos expresar ideas y emociones con respeto y claridad.
Además, es importante fomentar la empatía para enseñar a los niños a ponerse en el lugar del otro: nos ayudará a mejorar la convivencia y a fortalecer los lazos afectivos entre compañeros.
2. Autoestima
La autoestima es la percepción que una persona tiene de sí misma. En la infancia, esta se construye a partir de la interacción con el entorno, especialmente con los adultos de referencia, como la familia o docentes. Una autoestima sana permite que los niños y niñas enfrenten retos con seguridad, establezcan relaciones saludables y desarrollen una actitud positiva ante la vida.
Las estrategias que podemos llevar a cabo como docentes para favorecer la autoestima en el aula incluyen el reconocimiento y refuerzo positivo, dándole valor a los logros de nuestro alumnado; fomentar su autonomía y responsabilidad y evitar el uso de etiquetas negativas, corrigiendo siempre desde una perspectiva constructiva.
Además, hemos de promover un ambiente seguro, respetuoso e inclusivo en el aula.
¡Somos su mejor ejemplo!
Trabaja en la felicidad de tu alumnado con Somos Únic@s
Por supuesto, para tener aulas felices, tenemos que tener aulas sin bullying; y para prevenir el acoso escolar, nada mejor que poner en práctica los materiales educativos de Somos Únic@s, con los que podemos trabajar todo esto en clase a través de dinámicas y actividades interactivas y adaptadas a cada una de las etapas educativas de Primaria.
Alineados con la LOMLOE, siguen las metodologías del aprendizaje competencial y del aprendizaje significativo, con una estructura dividida en 3 pasos en los que trabajar diferentes habilidades socioemocionales:
Paso 1 - REPITE CONMIGO: SOY ÚNIC@ Y AUTÉNTIC@
En este primer paso el alumnado trabaja el autoconocimiento, el fomento de la autoestima y la gestión de las emociones para entender e interiorizar que cada persona es diferente y que todo el mundo tiene algo que nos hace únicos/as y auténticos/as.
Paso 2 - REPITE CONMIGO: TOD@S SOMOS DIFERENTES
En este segundo paso, el alumnado entenderá que al igual que ellos y ellas son especiales, el resto también lo es, así como que todo el mundo tiene unas capacidades propias que aportan valor al grupo. Se trabajan la asertividad, la empatía y la tolerancia, el respeto por la diferencia y el valor del grupo.
Paso 3 - ¡JUNT@S CONTRA EL ACOSO ESCOLAR!
En este tercer paso, se dotará al alumnado de herramientas para detectar y actuar contra el acoso, para que estén concienciados y list@s para pasar a la acción; ya que han aprendido a identificar de forma clara qué es el acoso escolar, las acciones y actitudes que lo frenan.
Trabajando estas herramientas y valores en el aula estamos formando personas seguras, resilientes y felices, algo que debería ser una prioridad para todos los que formamos parte de la comunidad educativa; ya que los niños y niñas felices aprenden mejor, se relacionan de manera más saludable y desarrollan una actitud más positiva ante la vida.
Invertir en su autoestima y en su inteligencia emocional es una inversión en su futuro y en una sociedad más empática y resiliente.
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